La influencia de la televisión en los niños

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En relación con la entrada anterior, en esta ocasión quisiera reflexionar sobre uno de los modelos de imitación muy poderoso en los niños: LA TELEVISIÓN

Es innegable que la televisión tiene una importante y creciente cabida en la sociedad, influyendo en la vida de todos, en especial, de los niños.

Además, se ha incrementado el número de horas que los niños pasan frente al televisor, y lo que es más preocupante, ha disminuido la censura y ha aumentado el nivel de violencia.

Por estas razones, el hábito de ver la televisión todos los días está despertando una gran preocupación sobre la calidad de los contenidos que están asimilando los niños.

En relación con esto, me ha sorprendido que en un estudio realizado por Formichelli en el 2001, se demostrara que un niño normal ve aproximadamente tres horas de televisión diariamente, y que durante la infancia pasan más tiempo viendo la televisión que en la escuela, por ejemplo. Y lo que creo que es más alarmante es que en ese tiempo dedicado a la televisión, se cree que probablemente anualmente un niño ve aproximadamente 12.000 actos violentos y  514.000 referencias sexuales.

A continuación planteo varios interrogantes acerca de la influencia de la televisión en los niños.

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¿Qué ven los niños en la televisión?

Como ya he mencionado, la televisión es una fuente de influencia, que será positiva o negativa según cómo se utilice. Por esta razón, debemos ser especialmente críticos con la televisión, aún reconociendo que nos puede aportar mucho conocimiento y diversión.

En los niños, la televisión tiene efectos positivos si se les enseña a verla como una fuente de aprendizaje, pero el abuso y la cantidad de horas que los niños ven la televisión, unido a la carencia de contenidos educativos conlleva efectos negativos.

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¿Qué efectos tiene la televisión en los niños?

Efectos beneficiosos:

  1. Es un medio de socialización más para el niño.
  2. Es una fuente efectiva para la formación de actitudes, la adquisición de habilidades y la formación del comportamiento del niño.
  3. Favorece el lenguaje, la adquisición de vocabulario y una lectura más precoz.
  4. Permite un mayor conocimiento del mundo exterior; conocimiento de la historia y acontecimientos actuales, así como el contacto con distintas culturas.
  5. Desarrolla en los niños el interés por la ciencia, la naturaleza, la ecología, etc.
  6. Es un instrumento que el niño utiliza en su tiempo libre o de ocio para distraerse o reducir tensiones.

Efectos perjudiciales:

  1. La violencia: puede haber imitación de la violencia de la televisión en la vida cotidiana. Además, puede reducir las inhibiciones aprendidas contra el comportamiento violento o insensibilizarlos a la violencia. En la televisión se muestra la violencia como algo normal, de modo que los niños se acostumbran a ella y extraen la idea de que en muchas ocasiones no hay otra forma de resolver los conflictos que utilizando la violencia.
  2. La publicidad: les crea necesidades (innecesarias) y les ocasiona un consumo precoz.
  3. Obesidad: por el sedentarismo y por favorecer malos hábitos alimentarios (picoteo, bollería). Se pasan más horas viendo la televisión que haciendo otras actividades más dinámicas.
  4. Problemas ortopédicos: tendencia a deformidades de la columna al adoptar malas posturas viendo la televisión.
  5. Patologías oftalmológicas o del oído: como los niños están tantas horas frente a la televisión, puede producir problemas como miopía al estar próximos y también producir sordera si el volumen está demasiado alto.
  6. Efectos psicológicos: la televisión puede ser el principal factor de influencia en la conducta de los niños, como ya señalé anteriormente; su abuso podría dar lugar a: desorientación por pérdida de la realidad, insomnio e hipersomnia, neurosis nocturna, terrores nocturnos, falta de sociabilidad (aislamiento), y puede provocar depresión, ansiedad o trastornos de conducta. Y por otro lado, les atrofia la actividad intelectual y piensan poco sobre lo que ven ya que la gran cantidad de información e imágenes que reciben en tan poco tiempo les impide la asimilación y la reflexión.
  7. Patología neurológica: se puede producir teleadicción, que se caracteriza por: la televisión se utiliza como un sedante y no como mero entretenimiento; se relajan cuando ven la televisión, pero después están peor (necesitan más), ven todos los programas sin ningún tipo de control.
  8. La pérdida del discernimiento: en los programas de ciencia-ficción se desarrolla muy pobremente la realidad. No solo puede presentarse distorsionada, sino que a menudo es claramente falsa, sobre todo en la publicidad.
  9. Otros efectos negativos: disminución de la creatividad e imaginación, así como un menor rendimiento escolar.

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¿Cómo podemos prevenir los problemas derivados del mal uso de la televisión?

Debido a que la televisión es una parte fundamental en la educación de los niños, es importante acostumbrar a los niños, desde muy pequeño, a seleccionar los programas que ven en la televisión, a que distingan entre lo que les ayuda o perjudica y a saber usarla con buen criterio.

Los primeros en inculcar esto a los niños son las familias. Algunas medidas que deberían llevar a cabo son:

  • Tener un horario fijo de acostarse y levantarse, no permitir que lo traspasen por cualquier motivo, y menos por ver la televisión.
  • Llegar a un consenso sobre el tiempo que se va a dedicar cada día a ver la televisión. Esto ayudará a los niños a alcanzar una cierta independencia y aprenderán a administrarse su tiempo.
  • Dejarles el menor tiempo posible solos ante la televisión.
  • Evitar que la televisión esté encendida durante las comidas.
  • No castigar siempre con no ver la televisión, ya que podrían pensar que se trata del mejor y más importante pasatiempo y placer al que se puede acceder. Así como que la televisión tampoco puede ser un premio.
  • Evitar que los niños hagan las tareas a la vez que ven la televisión.
  • Evitar también que tengan televisión en su habitación.
  • Reducir el tiempo de ver la televisión en vacaciones.
  • Utilizar los programas que ven los niños para estimular actividades que despierten en ellos la participación, solo así la televisión se convertirá en un instrumento para aprender. Si no se desarrolla este aspecto se puede llegar a situaciones en las que no distinguirá la realidad de la ficción.

Pero lo más importante de todo es dar ejemplo. Este es el mejor consejo, puesto que los niños comprenderán la importancia de la televisión según el lugar que ocupa en la vida de los adultos. Como sabemos, los niños imitan todo lo que ven, de modo que si nuestro entretenimiento principal es ver la televisión, también lo será para el niño.

En muchos casos, los padres no llevan a cabo estas medidas, lo que hace que la televisión se convierta en algo negativo. La gran mayoría de los padres son permisivos, en el sentido de que permiten ver a sus hijos todo tipo de programas, series, películas, etc. con contenidos que no son nada apropiados para su edad. Además, la mayoría de los padres utilizan la televisión para entretener a sus hijos y así tener un «respiro» o poder hacer otras cosas.

Creo que la televisión no es buena ni mala en sí misma, es decir, pienso que dependiendo de cómo la utilicemos puede ser positiva o negativa. Si se emplea como es debido puede convertirse en una herramienta poderosa que puede enriquecer a los niños. Pero, para conseguir esto los padres necesitan herramientas que les permitan conocer la televisión y aprender a usarla, pero también colaboración y apoyo en esta labor.

Y ahí la escuela tienen un papel importante, y es el de enseñar a ver televisión, analizando lo que nos gusta de ella y aprovechando lo positivo, así como enseñar a los niños a cuestionar y valorar aquello que ven en la televisión, estimulando su capacidad crítica.

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